18 de enero de 2011

De Deporte Profesional


En este blog apenas se ha hablado sobre deporte profesional, que parece que es lo único que funciona medio bien en España, por supuesto le ha venido de maravilla al Gobierno Zapatero para disimular sus continuos fracasos en otros asuntos. Llegaron incluso a prometer en plena crisis un Ministerio de Deportes y como es costumbre en ellos no cumplieron lo prometido, pero ZP se autonombró responsable máximo del Deporte Español (y bien que lo recordó en los festejos por el Mundial de Futbol).

El caso es que en nuestra modesta opinión no es oro todo lo que reluce, no es que nosotros como españoles no nos alegremos de que nuestros deportistas ganen habitualmente allá por donde vayan (bien es cierto que tampoco necesitamos que gane la selección para portar con orgullo nuestra bandera sin temor al qué dirán o a los cuchicheos de la vecina del tercero, como millones de españoles).

Las principales sombras que nos hacen dudar de la limpieza y realidad de algunos de estos triunfos son el doping, las nacionalizaciones y las subvenciones públicas, males que además tienden a combinarse perversamente entre sí, no es sólo cuestión nacional, en nuestra región también tenemos nuestra porción de vergüenza de la que hablaremos en otra ocasión...

No es de ahora que deportistas llamados para la gloria intenten llegar un poco más allá por medios poco honestos o se dejen seducir a los encantos de galenos sin escrúpulos. Siempre habrá quien lo justifique a pesar de la flagrante adulteración de la competición que eso supone, pero lo que nos atañe aquí es una vez más el papel de nuestros ineptos gobernantes que sin embargo en este asunto sí que se han aplicado a fondo, pero en tareas desinformativas, todavía colea la Operación Puerto (principios de 2006), más de 200 bolsas de sangre congeladas y las únicas sanciones han venido desde el empeño de entidades extranjeras (el propio Consejo Superior de Deportes colaboró con un equipo para que los tramposos que habían quedado más marcados no se quedaran sin empleo) los éxitos deportivos continuaron (falta hace con la que está cayendo) hasta que en todo el mundo se nos fue considerando algo así como el paraíso del doping, la RDA bis, fue un factor determinante en el informe del COI sobre la candidatura olímpica de Madrid 2016. Algo había que hacer, en plena pre-campaña para el Ayuntamiento de Madrid a la que se candida nuestro actual Secretario de Estado para el Deporte salta la Operación Galgo, de la que sólo saben que no saben nada, otra vez mucho ruido, pocas nueces y barra libre mientras el respetable trague.

Otro de los males del deporte profesional consiste en nacionalizar deportistas extranjeros única y exclusivamente por sus dotes para el deporte de alto nivel, lo que viene siendo comprar éxitos deportivos a golpe de talonario, regalar a capricho derechos que con sangre sudor y lágrimas no hemos tardado poco en conquistar para que el Secretario de Estado de turno se haga la foto con el sufrido (o no) inmigrante y sus relucientes medallitas, mientras tanto los españolitos pegados a la TV intentando aprender a pronunciar su nombre… los Juanito Mühlegg o Alemayehu Bezabeth de turno, aceptó doparse para no defraudar tras su nacionalización, decía este último sinvergüenza.

Por último, instituciones públicas que, en teoría tienen que velar por el interés general, inflan de millones directa o indirectamente al deporte profesional, en ocasiones justificándolo con asuntos propagandísticos, otras veces directamente regalándolo. Todo vale para que siga el circo, cueste lo que cueste, aunque sea por encima de sus propias posibilidades y condenándolo para el futuro, sólo importa el ahora. Mientras tanto, escuelas, colegios e instituciones ligadas al deporte base se las ven y se las desean para tener un material y unas instalaciones medio decentes.

No entendía bien algunas páginas de Julius Evola criticando la obsesión por la competición, el record por el record… viendo el panorama, cada vez lo comprendo mejor.Tolerancia cero o mejor dicho, intolerancia con el doping, las nacionalizaciones y las subvenciones de nuestros impuestos para el deporte profesional.

Rastapopoulos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en algo tendra que ver los llamados "galenos" y no solo los póderes públicos

Anónimo dijo...

Lo peor esq son cosas que estan pasando también en amateur y aficionados