29 de agosto de 2008

Volvemos a mediados de septiembre


Nos tomamos unas pequeñas vacaciones hasta el 15 de septiembre, esperamos volver entonces con ánimos renovados y las pilas cargadas para seguir dando la murga.

Un saludo a todos los colaboradores y lectores del Blog

28 de agosto de 2008

Hobbit

Hobbit es una banda de música alternativa que nace en Perugia en el invierno de 1994, año en el cual realizan su primer concierto en un teatro de la capital de Umbría. Después de 2 años de conciertos , entre los que destaca el que dieron junto a Hyperborea en Roma ante una gran multitud, en las jornadas en las que se selló la separación de Alleanza Nazionale, el grupo grabó su primer trabajo: un vinilo rojo que contenía 4 temas, titulado “Incipium”. La casa discográfica, que después producirá todos sus trabajos , es la romana Rupe Tarpea. Siguen dando numerosos conciertos en toda Italia, una media de 15 al año. Así se llega al primer trabajo completo: un CD que el grupo, tomando como titulo un romance de Luis Ferdinand Celine, lo llama “Viaggio al termine della Notte”. Es el año 1999. Antes de este CD Hobbit había tomado parte en un disco recopilación en tributo a la histórica banda romana Janus, con el tema “Canzone di un Prigionero Politico”. En su ciudad se habla de que este grupo ha generado un clima político de hostilidad, mientras que en el resto del ambiente el grupo cada vez es más requerido y tiene conciertos por toda Italia. “Paese dei Balocchi” es el tema que está incluído en la recopilación europea “Vox Europa”, antes degrabar, en el 2003, su segundo CD titulado “Per la Contea”. Con este trabajo la voz de Hobbit cruza las fronteras italianas y en poco años se exhiben en Atenas, Madrid, Salonicco, Londres, Salamanca…tantos que la producción en estudio se ve ralentizada. En el 2006, 10 años después de salir su primer vinilo, Hobbit festeja su aniversario regalando a sus seguidores (que se reunieron en Klan en Perugia, Salerno, Verona, Roma…) un vinilo amarillo con 4 temas que lleva el título de “Decenium”. En 2007 se incluye una canción "Nera come noi" en el recopilatorio "Skadafascio". En 2008, a través de su web oficial se anuncia un nuevo trabajo, que se titulará “L’imperio Contrattacca!”

Formación:
Enmanuele - Voz
Mario - Bajo y segunda voz
Matteo - Guitarra Rítmica
Marco - Guitarra Solista
Silvia - Teclado
Massimo - Teclado


Incipium -1996


Curiosidades: Como el disco fue impreso de modo artesanal, existen algunas copias de color azul con matices rojos(para los coleccionistas). Sólo para diseñar la portada se tardó 3 semanas.


Viaggio al termine della notte - 1999



Curiosidades: La música de "La tua revoluzione" es de Nico (antes en Frammento 56, Hyperborea, hoy ZZA) La voz del sol en "Quale Domani" y de Mario (en la época de Junker) UnoNoveQuattroCinque es una canción del grupo en el que Paolo y Massimo tocaban antes de formar Hobbit.


Per la contea - 2003


Curiosidades: La portada tiene el fondo completamente blanco, mientras que en la primera que se diseñó aparece un gran río que llega hasta la montaña, el diseño es de Matteo Q.(dr Octopus) que desde este momento será el dibujante oficial.


Deccenium - 2006


Curiosidades:Velina fue escrita en Trento, en un día en que muchos jóvenes fueron a las "selecciones"(castings) de un conocido programa televisivo, La canción habla de los famosos de television, de la típica que es una puta que hace lo que sea por salir en television.

22 de agosto de 2008

Heinz Guderian - "Recuerdos de un Soldado"

Reproducimos, por su belleza, el prólogo de “Recuerdos de un Soldado” del Panzer General Heinz Guderian, publicado en 1953 y recientemente reeditado por la editorial Malabar.

El destino ha hecho que mi generacion participara en dos Guerras Mundiales que han terminado con la derrota de mi patria. Es ésta una suerte dura; y nosotros, soldados veteranos, sentimos en lo más profundo, el dolor y las tristezas de nuestro pueblo. Durante largos años, los combatientes de las últimas guerras se han mantenido callados con gran esfuerzo. O permanecían prisioneros o tenían otros motivos para mantener una actitud reservada. Entre nuestros recientes enemigos, los victoriosos, se han publicado numerosos libros sobre la Segunda Guerra Mundial. En parte, son recuerdos personales en parte, valiosas obras de Historia. Al apaciguarse ahora las más violentas sacudidas del hundimiento parece llegado el momento de mostrar también el lado alemán., lo que también está grabado profundamente en la memoria de los supervivientes. Nuestros archivos han sido destruidos o cayeron en manos del enemigo. Los escritos auténticamente fieles a la historia serán, en consecuencia, muy difíciles de encontrar. Por lo tanto, me parece importante poder ofrecer las memorias basadas en recuerdos personales de los combatientes de aquel tiempo, aunque sólo hayan participado parcialmente en los acontecimientos y prevalezca, en ellos también, la forma subjetiva.
Pero no es éste el único motivo que me induce a escribir. Millones de mujeres y de madres alemanas dieron sus esposos y sus hijos por la patria. Cientos de miles de alemanes, mujeres, niños, ancianos, cayeron sacrificados a las bombas enemigas. Mujeres y niños ayudaron a conservar a la patria y el hogar con sus trabajos en las trincheras, en las fábricas y en los campos. La clase trabajadora cumplió, incansable, su deber para con la patria. Los campesinos alemanes cultivaban el agro en las más terribles circunstancias de trabajo, y aseguraron, hasta el amargo fin, la alimentación del pueblo. Millones de alemanes fueron arrojados de sus casas y cayeron en la más precaria situación o tuvieron que comer el pan del enemigo. Millones de soldados, la sangre de nuestro pueblo, murieron frente al enemigo, valientes y fieles, como tantos otros alemanes, desde hace siglos, habían dado su vida por nuestra patria. Todos son acreedores de nuestro agradecimiento.

No estoy autorizado para hablar en nombre de mi pueblo; pero puedo, al menos, hacer llegar hasta mis viejos soldados una muestra de mi agradecimiento. Sabíamos, unos y otros, lo que debíamos defender; y esto nos ha ligado y, como yo espero lleno de confianza, nos mantendrá unidos para siempre.

Se siente demasiada inclinación a acusarnos de “militarismo” y de “nacionalismo”. También este libro se expondrá a correr el riesgo de semejante reproche en alguna de sus páginas. Tanto para mis viejos soldados como para mi, “militarismo” significa vanidad, fatuidad, presunción, juego militar, fanfarrona copia del lenguaje castrense, la hipérbole de la apostura militar y su trasplante a la vida ciudadana; conceptos que el verdadero soldado rechaza. Precisamente por conocer la terrible realidad de la guerra juzga inadmisibles, como hombre, semejantes conceptos. El militarismo aspira a la conquista ambiciosa y a la política de dominio. Nosotros fuimos soldados para defender nuestra patria y hacer a nuestros jóvenes honestos y aptos para el servicio militar. Éramos militares y lo fuimos con gusto. El servicio era para nosotros un alto deber, nacido del amor a nuestro pueblo y a nuestro territorio. Dicen que “nacionalismo” significaba para nosotros supervalorización de nuestra patria y arrogancia hacia otros pueblos y razas. Nos sabemos libres de tales ideas. Porque el amor a nuestro país y a nuestro pueblo no nos impide respetar a otros pueblos en su modo de ser propio; mas este amor a la patria y este concepto del deber altamente desarrollado, debemos mantenerlo vivo. No nos desviaremos; seguiremos el camino sin vacilar, a pesar de los lamentos de la débil época actual contra el nacionalismo. Queremos ser y seguiremos siendo alemanes. Reconocemos la importancia de una Europa genuina, actualmente sacudida en sus más firmes fundamentos, y estamos dispuestos a llegar a ser un miembro destacado dentro de ella con igualdad de derechos y deberes que los demás pueblos.

Con el mismo espíritu, este libro quiere contar también a las jóvenes generaciones cómo combatieron sus padres, poniendo sus vidas al servicio de Alemania. Quiere recordarles que no han de olvidar a quienes crecían en ella a pesar de las calamidades y de la muerte; y finalmente, a pesar de la derrota segura. Sólo así nos será inutil su sacrificio y saldremos airosos, ¡Dios lo quiera!, en el pacífico encumbramiento de Alemania.
Lejos de mi ánimo defender o inculpar,. Me he esmerado en describir mi propia experiencia, Mis fuentes consisten en apuntes y cartas que han sobrevivido a mis avatares de prisionero y en relatos de combatientes. Mi obra no está exenta de errores de memoria en algunos pormenores. La abundancia de sucesos borra sus detalles y hasta los propios sucesos, después de estos años de privaciones, comienzan a palidecer.
Describo los hechos como los vi, en mi puesto de aquellos tiempos – como comandante en jefe de un cuerpo del ejército, como jefe principal de un grupo de tropas acorazadas, y como jefe superior del ejército acorazado. Para poder presentar en su conjunto la Guerra Mundial se ha usado como fuente, al modo de antes, la obra del Estado Mayor General.


Heinz Guderian

20 de agosto de 2008

Arquitectura rural cántabra

PPS elaborado por El Manifiesto que muestra algunos ejemplos -bellísimos- de arquitectura rural cántabra perfectamente conservada y, en otros casos, reconstruida con acierto.

15 de agosto de 2008

Metapedia - La enciclopedia alternativa

Metapedia es una enciclopedia electrónica sobre historia, cultura, arte, ciencia, filosofía, religión, y política editada en varios idiomas.

La palabra 'Metapedia' deriva de dos conceptos clásicos griegos: 'meta', que significa 'fuera' o 'más allá'; y 'enkyklios paideia', que significa 'enciclopedia'. El nombre tiene un significado simbólico dual:

  • Metapedia centra su mirada sobre los temas que normalmente no cubren las enciclopedias "oficiales".
  • Metapedia tiene el propósito metapolítico de influir en las corrientes habituales de debate, cultura y visión histórica.

El proyecto está aún en sus primeros pasos, pero crece cada día y toda ayuda será bienvenida para contribuir al crecimiento de esta valiosa y única enciclopedia alternativa. Metapedia ya está funcionando en 14 idiomas

9 de agosto de 2008

270 Bis - Claretta e Ben



Letra traducida:

Despertaos
conseguidlo
veo en el cielo una bandera
como un aguila
tras las nubes
que renace de la memoria

Quizá un himno
o sólo un sueño
es el recuerdo de una canción
que ahora sube,
con el ritmo
de una marcha en mi corazón

Han bailado sobre sus cuerpos
han escupido en sus nombres
han escondidos sus tumbas
pero no los pueden borrar

Puedes verlos,
están todos aquí
con el brazo elevado al sol
están todos aquí, los veo
llueven flores en la Piazzale Loreto

En una plaza llena de gente
un ejército de queridos amigos
mil almas de caídos,
pero en el recuerdo no los han asesinado

Son los jóvenes de Acca Larentia
y los muchachos en camisa negra
Los hermanos, de PrimaValle
y los mártires de la Emilia

Y ahora están aquí, por siempre aquí
vuelven a marchar
desde las cárceles
desde la Foibe
desde los ataudes de la memoria

Mil delante de mi,
mil atrás
y otros mil por cada lado
Es difícil,
pero lo creo
llueven flores en Piazzale Loreto
llueven flores en Piazzale Loreto

Y, yo, tengo el corazón negro
y tanta gente
me quiere muerto

Y, yo, tengo el corazón negro
Pero me da igual
y escupo en la cara al mundo entero

Letra original:

Su svegliatevi
riscuotetevi
vedo in cielo come una bandiera
come un'aquila
tra le nuvole
che riaffiora dalla memoria

forse è un inno
o solo un sogno
il ricordo di una canzone
ma ora sale sai
come il ritmo
di una marcia dentro al mio cuore

Han ballato sui loro corpi
han sputato sul loro nome
han nascosto le loro tombe
ma non li possono cancellare

puoi vederli sai
sono tutti qui
con le braccia levate al Sole
sono tutti qui
io li vedo
piovon fiori su piazzale Loreto

E' una piazza piena di sogni
un'armata di cari amici
mille anime di caduti
ma nel ricordo non li hanno uccisi

sono i giovani di Acca Larentia
ed i ragazzi in camicia nera
i fratelli
di Primavalle
ed i martiri dell'Emilia

E ora sono qui
son per sempre qui
son tornati a marciare ancora
dalle carceri
dalle foibe
dagli scrigni della memoria

mille innanzi a me
mille dietro
ed altri mille per ogni lato
è difficile
ma ci credo
piovon fiori su piazzale Loreto

E io ho il cuore nero
e tanta gente
mi vorrebbe al cimitero
ma io ho il cuore nero
e me ne frego e sputo
in faccia al mondo intero


Canción publicada en 2003 en el disco Decimo

Borja Bor

7 de agosto de 2008

Crítica literaria: Mi camino de Santiago



Autor: Léon Degrelle
Prólogo y traducción: Jose Luis Jerez Riesco
Ediciones Barbarroja. 1996
Número de páginas: 142


El libro, recoge a modo de diario las anotaciones que va haciendo Leon Degrelle sobre el Camino de Santiago, que hace completo a pie desde Roncesvalles hasta Santiago en verano de 1951.
En él, el fundador del Rex hace una perfecta descripción de todo lo que va encontrando a su paso, desde el paisaje, la arquitectura y las obras de arte, hasta las gentes y sus costumbre, ya que supone un perfecto análisis social de la población de la España de entonces, donde hay desde poblaciones que parecen no haber avanzado desde la edad media hasta otras que van poco a poco adaptandose al mundo moderno.
Pero ante todo es un recorrido espiritual movido por la fe, y pone especial énfasis en la descripción de los templos e iglesias haciendo comentarios de cada una de ellas. También sabe reflejar muy bien la dureza del camino y el cansancio que va acumulando en su transcurrir.
La edición es bastante simple, sin imágenes ni ilustraciones, pero aun así, es bastante ágil de leer, aún hoy es bastante fácil de encontrar en cualquier librería de nuestro ámbito.

5 de agosto de 2008

Hacia el pleno empleo

"El paro alcanza en julio su nivel más alto en diez años por la crisis"

"El total de desempleados aumenta en 36.492 personas hasta los 2.426.916 con un descenso de la afiliación."

El País 04-08-08

3 de agosto de 2008

Los mitos de la inmigración


Los españoles también hemos sido emigrantes


Dicen que las mentiras más grandes son las verdades a medias, y eso ocurre con esta afirmación. Es verdad que los españoles han emigrado, principalmente a Latinoamérica y, tras la Segunda Guerra Mundial, a otros países de Europa. Pero hay diferencias substanciales con los actuales flujos inmigratorios con destino a España:

1º) Los españoles, en su mayoría, emigraban de acuerdo a la ley, tanto española como del país de destino. No cruzaban clandestinamente las fronteras, burlando a las autoridades. Los servicios consulares en colaboración con el ministerio de trabajo cooperaban, en la medida de sus posibilidades, con el país de acogida con vistas a regular el trabajo de los españoles, y éstos, también en su gran mayoría, no pasaban a engrosar las filas de la economía sumergida, sino que desempeñaban trabajos debidamente dados de alta en la seguridad social, cotizando y pagando los correspondientes impuestos. Sin embargo, la inmigración masiva que padece España está compuesta en buena parte por inmigrantes sin papeles, que burlan los controles fronterizos de las autoridades españolas, incrementan las filas de la economía sumergida, que no paga impuestos, al tiempo que los gobiernos de sus países de origen se desentienden de ellos y apenas cooperan con las autoridades españolas, ya sea para regular el trabajo de sus ciudadanos, para impedir la actuación en su territorio de las mal llamadas “mafias de la inmigración” que atentan contra los legítimos derechos de España, o para la repatriación de los indocumentados.

2º) Los países a los que se dirigían los españoles necesitaban mano de obra, ya fuera en América, continente con múltiples posibilidades, o en la Europa de la posguerra, que había visto reducida su población masculina e iniciaba las políticas de reconstrucción. Sin embargo, España es el país de la CEE con mayor índice de paro, y resulta absurdo pretender traer mano de obra extranjera mientras un 15% de la población activa se encuentra en situación de desempleo.

3º) Las diferencias culturales y sociológicas de los emigrantes españoles y de la población de acogida no tienen comparación con los de buena parte de la población inmigrante que llega a España, y por tanto los problemas de asimilación eran bastante menores. Los españoles que emigraban a Francia, Suiza o Alemania compartían con la población de dichos países unos mismos valores socioculturales procedentes de su historia común y de su identidad religiosa cristiana. Nada de esto sucede con la inmigración procedente de China, del magreb, del área subsahariana ...

Los inmigrantes desempeñan trabajos que los españoles no quieren realizar

Quien esto afirma viene a decir que los españoles somos muy finos y se nos caen los anillos trabajando como peones agrícolas o de la construcción, empleadas del hogar, personal de limpieza, ayudantes de bar y de cocina, y en general, trabajos de baja remuneración. Lo cierto es que todo trabajo, mientras sea honrado, es digno, lo cual se olvida fácilmente en una sociedad eminentemente capitalista que alienta lo material y lo superficial. En cualquier caso, la realidad es que los españoles quieren trabajar de acuerdo a las conquistas sociales de los últimos decenios, es decir, llevando a cabo una jornada laboral adecuada, en unas condiciones laborales adecuadas y por un salario adecuado. En el caso de una empleada del hogar, deseará la jornada laboral que marca el convenio, en las condiciones que marca el convenio y por el salario que marca el convenio. Pero siempre habrá una inmigrante que esté dispuesta a hacer más horas, por menos dinero y sin alta en seguridad social, de ahí que pocas españolas estarán dispuestas a renunciar a los derechos laborales que tanto tiempo y esfuerzo han costado al pueblo español y adaptarse a las pretensiones más humildes de la población inmigrante. En el campo no faltan españoles dispuestos a realizar las tareas agrícolas, pero siempre habrá inmigrantes que aceptarán jornadas de diez horas, seis días a la semana, por menos dinero, sin seguro agrario y en invernaderos insalubres y desprotegidos frente a los pesticidas. Y así podemos seguir con el resto de trabajos. Y aún cuando se cumpla a rajatabla la normativa laboral, siempre habrá inmigrantes de sobra para cubrir esos puestos, de forma que al sobrar la mano de obra los empresarios no necesitan incentivar a los trabajadores aumentando los salarios y por consiguiente elevando su poder adquisitivo. Los salarios bajos permiten que los de siempre tengan más beneficios que nunca. Los perjudicados son, una vez más, los españoles que componen la clase trabajadora, es decir, la mayoría de la población.

Los inmigrantes aportan riqueza al conjunto del Estado

Esta es una visión muy simplista que se basa únicamente en las cotizaciones a la seguridad social y el gasto sanitario y en pensiones que ocasionan los inmigrantes. Aún cuando es prematuro extraer resultados concluyentes, y dada la presión gubernamental y empresarial por incrementar el número de inmigrantes, es difícil dar credibilidad a estos datos, pues es sabido que primero se decide qué se quiere demostrar y a continuación se aportan los datos estadísticos que refuerzan esa tesis y se ocultan aquéllos que la debilitan, podemos aceptar en principio que es posible que hoy por hoy los inmigrantes aporten a la Seguridad Social más dinero que el gasto que producen en materia de sanidad y pensiones, pero resulta imperativo hacer las siguientes matizaciones:

1º) La población inmigrante es todavía eminentemente joven y por tanto razonablemente sana. Habrá que esperar dentro de unos años un fuerte incremento en sus necesidades sanitarias y en materia de pensiones. Podemos decir que sus cotizaciones representan para el pueblo español pan para hoy y hambre para mañana. Pero ya que hablamos del gasto sanitario, digamos toda la verdad, puesto que también es necesario mencionar la tristemente conocida alta tasa de portadores del virus VIH en África, así como el hecho de que una parte importante de mujeres inmigrantes se dedica a la prostitución, con el correspondiente riesgo para la salud pública.

2º) Los inmigrantes no sólo ocasionan gastos con cargo a la seguridad social, también hay que incrementar la dotación del ministerio de Trabajo y de Interior para atender a sus necesidades y regular su estancia (ya hay un secretario de Estado para la Inmigración, y no sería sorprendente que en un futuro cercano se cree un ministerio para tal fin). Dada la fuerte natalidad de los inmigrantes y ya que hay que proceder a la escolarización de sus hijos, es necesario resaltar que muchos de éstos precisan, ya sea por dificultades idiomáticas o de integración, de planes pedagógicos especiales que requieren de una parte no despreciable del presupuesto educativo. Muchos de los inmigrantes, documentados o no, tienen problemas de adaptación o viven en bolsas de marginalidad, por lo que consumen buena parte de los recursos del ministerio de Asuntos Sociales y de los departamentos asistenciales de comunidades y ayuntamientos, así como de ONGs de subvención estatal. Los extranjeros, con o sin papeles, protagonizan el 30% de los crímenes cometidos en España [El País, 6 de Agosto de 2000], y representan buena parte de la población reclusa española. Asimismo, y en lo que respecta a la lucha contra la inmigración ilegal, ésta supone un coste colosal (crecientes dotaciones policiales, costosísimas vallas fronterizas en Ceuta y Melilla, helicópteros, patrulleras, gastos de expulsión...).

3º) Buena parte del dinero que obtienen los inmigrantes es enviado a sus países de origen para el mantenimiento de sus familias. Nadie se ha molestado en evaluar el dinero que por este motivo sale de España. Muchas veces se nos informa de las precarias condiciones de vida de los inmigrantes, como el hecho de que muchos viven hacinados o en infraviviendas pese a contar con un trabajo digno, y se nos quiere vender como ejemplo del racismo de los españoles el que estas personas no encuentren a nadie que les quiera alquilar un piso. Esto es cierto sin duda en algunos casos, pero es igualmente cierto que en otros casos el motivo viene dado por el deseo del inmigrante de gastar lo mínimo para poder enviar la mayor cantidad posible de dinero a sus familias.

4º) Por último, no cabe hablar sólo de la riqueza que aportan, también es menester dar a conocer aquélla que impiden crear. Su masiva incorporación a la fuerza laboral posibilita el crecimiento cero de los salarios; al no crecer el poder adquisitivo de los trabajadores, tampoco crece el consumo interior, lo que perjudica a todas las empresas que no se dedican a la exportación (es decir, la mayoría de las empresas, en especial el pequeño comercio). Por desgracia, muchos de los inmigrantes, aún con papeles, engrosan las filas de la economía sumergida, que no pagan impuestos y por consiguiente su aportación a la riqueza del conjunto de los españoles es harto discutible. Mientras exista una alta tasa de paro en España, es evidente que la inmigración extranjera dificulta la resolución de este problema, por lo que el Estado deberá seguir destinando una fuerte dotación presupuestaria para satisfacer las prestaciones por desempleo, dotación que podría ser empleada en educación, sanidad, infraestructuras ...

Los inmigrantes son necesarios dada la baja natalidad española

Aquí se evidencia la mala fe de los apóstoles de la inmigración. Desde el inicio de la transición se ha venido ridiculizando la política de natalidad alentada por el régimen franquista, a la que se ha achacado como la causante de innumerables males, desde el aumento del paro al crecimiento de los índices de delincuencia y drogadicción de los ochenta. Ahora resulta que la carencia de una política de natalidad pone en peligro las pensiones del futuro. Lo que antes era malo ahora es bueno, y los mismos que antes vituperaban con sorna la política que fomentaba la existencia de familias numerosas, afirman hoy su necesidad de forma solemne y sin rubor alguno. Como quiera que a los españoles se nos ha inculcado en el último cuarto de siglo que ya no están los tiempos para tener muchos hijos (como si durante la época de nuestros padres y abuelos los panes venían llovidos del cielo), y que eso es síntoma de un atraso cultural alentado por la Iglesia para perpetuar a la mujer en su rol de madre y mantenerla aprisionada en el hogar, ahora resulta difícil dar un giro de 180 grados, por lo que afortunadamente y para salvación nuestra ahí tenemos a los inmigrantes, que carentes de complejos mantienen una alta tasa de natalidad. En definitiva, parece que de lo que se trata es de que nazcan pocos niños de españoles y muchos niños de inmigrantes, de forma que España pierda algún día su razón de ser y pueda fusionarse dócilmente a otras “ex_naciones”.

Si el problema es que nacen pocos niños, lo lógico es que el Estado fomente e incentive las familias numerosas, pero lo cierto es que esa política es prácticamente inexistente. Los partidos políticos en el poder, fieles a los intereses de las multinacionales, lejos de apostar por una política de natalidad preconizan una política inmigratoria, y para ello meten miedo a la población afirmando que hacen falta más cotizantes para poder garantizar el mantenimiento de las pensiones. Si hacen falta más cotizantes, podrían empezar por buscar empleo al 15% de la población activa en paro, pero en cualquier caso, si las cotizaciones no bastan para pagar las pensiones, no hay ninguna ley que prohiba destinar alguna partida presupuestaria para reforzar las prestaciones sociales de nuestros mayores. Parece que existe un principio universal por el cual es imprescindible que la seguridad social se sostenga por sí misma, pero lo cierto es que este principio no se aplica prácticamente a ninguna otra rama del Estado (no hay nadie que sufrague la pretensión de que la educación se autofinancie, o la seguridad ciudadana, o la política de defensa ..., sin embargo, por algún motivo esotérico incomprensible para el común de los mortales, resulta imprescindible que la seguridad social no sea deficitaria). Pero es que además se omite el hecho de que la alta tasa de nacimientos entre los inmigrantes sólo se produce durante la primera generación, tal como sucede en los países que nos “aventajan” en materia de experiencia inmigratoria (Francia, Reino Unido, Holanda ...), sus hijos, una vez adoptan nuestras “costumbres”, pasan a tener un bajo índice de natalidad, lo cual les va de maravilla a los políticos mundialistas, puesto que les permite mantener la política inmigratoria de forma indefinida.

El rechazo a la inmigración alienta el racismo y la xenofobia

Este es el último recurso de los grupos de presión que pretenden imponernos su política inmigratoria. Si alguien no queda convencido con los clichés habituales en materia de extranjería (los inmigrantes desempeñan los trabajos que nosotros no queremos, aportan riqueza, garantizan nuestras pensiones y nos recuerdan que nosotros también fuimos emigrantes), debe guardarse para sí su opinión puesto que cualquier duda sobre las bondades de la inmigración puede alentar sentimientos de rechazo, y eso está muy feo. En definitiva, si no estás de acuerdo, te callas. Este es un chantaje moral claramente inmoral (valga la redundancia) que no podemos aceptar, y que además, parte de una premisa falsa consistente en hacernos sentir culpables de un problema del que somos ajenos, y que nos impide identificar a los auténticos culpables: los inmigrantes ilegales (que no los refugiados políticos) que han despreciado las leyes de nuestro país para promocionarse económicamente; los políticos españoles que con su dejadez y aquiescencia han fomentado la actual situación; los gobiernos de los países de origen, que consienten políticas de exclusión social y corrupción, y que posibilitan la existencia de una minoría que sustenta el poder y acapara para sí los recursos de la nación al tiempo que crea una ingente bolsa de pobreza, y por último, un sistema económico mundial que prima la riqueza de las multinacionales en detrimento de la riqueza de las naciones.

Denunciar la demencial y tiránica política inmigratoria no alienta “el racismo y la xenofobia” (una prueba de la machacona propaganda financiada por los círculos del poder es la ridícula unión de “racismo” y “xenofobia”; prácticamente nadie sabría decir cuál es la diferencia entre las dos palabras, y obviamente, nadie conoce a nadie que se califique de racista, pero no de xenófobo, o viceversa), sino que es un derecho soberano del pueblo español. Tengamos presente que la inmigración en cualquier caso no supone un fin en sí mismo, sino un medio para lograr un determinado fin. El sistema democrático español nos permite discutir o discrepar las decisiones políticas, y al igual que podemos alabar o criticar las medidas fiscalizadoras o educativas, nada nos impide hacer lo mismo con las relativas a inmigración. No permitamos que se nos imponga una visión monolítica que por otra parte no responde a los legítimos intereses del pueblo español. Recordemos a quien haga falta que existe una tímida ley de extranjería –que ya sabemos que a pesar de su moderación apenas se cumple- aprobada por el parlamento, es decir, por la mayoría de la representación soberana del pueblo español. Defender las leyes, en especial las emanadas del parlamento, no puede convertirse en motivo de vergüenza. Exijamos por tanto que se cumpla la ley, en especial, que se destinen los fondos necesarios para la protección de nuestras fronteras y para financiar la expulsión de los extranjeros que pretenden burlar nuestra soberanía, que no es otra que la emanada de la voluntad mayoritaria del pueblo español expresada libremente en las urnas. La libertad que ampara a los defensores de abrir las fronteras es la misma que permite a los ciudadanos afirmar la necesidad de protegerlas. Aquéllos que desean regularizar a todos los ilegales tienen la posibilidad de lograrlo votando a los partidos que sustentan dicha petición, y no les debería resultar difícil puesto que cuentan con el apoyo de la banca (“El BBVA estima que la economía precisa 300.000 inmigrantes al año”, El País, 30 de Junio del 2000), las altas finanzas y las multinacionales, así como de los medios de comunicación, todos ellos participados en mayor o menor medida por éstas. Pero mientras no logren esa mayoría, la obligación democrática de todo español es la de hacer cumplir las leyes emanadas del parlamento. Así pues, a los que nos acusen de “xenófobos” respondámosles calificándolos de dictadores.

No consintamos que nos dobleguen con el falso debate de que los inmigrantes también son personas, que sufren penalidades y que en su mayoría son buenas personas. Nadie lo pone en duda, y es por ello que el pueblo español destina a través de los presupuestos generales del Estado ayudas al desarrollo de sus países de procedencia. Es ahí donde cabe encontrar la solución y los españoles hace muchos años que contribuimos a ella. Pero al igual que si llegamos un día a nuestra casa y nos encontramos una habitación ocupada por un extraño, procederemos a llamar a la policía sin importarnos si el intruso es una buena persona que pasa un mal momento y sin preocuparnos de que nadie por ello se atreva a acusarnos de “excluyentes”, con la misma determinación hemos de proteger nuestra casa común que es España. Resulta triste que el individualismo de la sociedad de consumo sólo nos permita ver nuestra propiedad particular y nos haga insensibles ante la propiedad colectiva. Esos seres “bondadosos” que abren las fronteras del país a todos los necesitados pero que les cierran las de su casa recuerdan a los del viejo chiste de aquél que se autocalificaba de comunista-conservador: comunista de lo ajeno y conservador de lo propio.

Tengamos siempre presente que si hoy los españoles gozamos de prestaciones sociales no es por casualidad, sino por el esfuerzo de todos aquellos españoles que nos precedieron y que posibilitaron mediante su trabajo, y en ocasiones dando su vida por ello, que sus descendientes tuvieran una vida más llevadera. Defender el logro de nuestros antepasados es una necesidad y una obligación. Claudicar, callar, agachar la cabeza para que no nos acusen falsamente de insolidarios es una cobardía indigna de las esperanzas de nuestros padres y abuelos. Frente a la visión totalitaria de las bondades de la inmigración, hemos de alzar nuestra voz inconformista y proclamar nuestro derecho a la discrepancia.

Asociación Víctimas de la Inmigración