10 de mayo de 2008

Crítica literaria: Vicente Rojo, El General que Humilló Franco


Una vez leído y analizado detenidamente este libro, he llegado a una serie de conclusiones:
En términos generales, la obra, es abiertamente subjetiva, basando el ensalzamiento de la celebridad del General Rojo, en la des acreditación constante de su más directo rival, el General Franco, para el autor, Carlos Blasco, Franco desde el punto de vista intelectual es un cero a la izquierda, desde el punto de vista militar, un incompetente, un necio… ¿Donde está pues la virtud de Rojo? ¿qué mérito tiene “humillar” a un incapaz?
La obra ofrece una perspectiva interesante (desconocida para mi) sobre la campaña africana española en los primeros compases del siglo XX, hasta ahí muy bien, no obstante me choca bastante el método sistemático utilizado para desacreditar uno por uno a todos los oficiales africanistas españoles, tachando a los menos de temerarios, a los más de cobardes (¿cobardes?), todos ellos sin noción táctica alguna (menos mal que se pasaron toda la vida pegando tiros), sanguinarios, crueles, inmorales… En contraposición se encuentran los peninsulares (tan buenos militares que al ser conscientes de lo estéril de la campaña africana se niegan a intervenir) la facción intelectual militar, los conocedores de las tácticas militares ortodoxas (¡que hicieron que no fueron a transmitir sus conocimientos donde hacía falta!) entre ellos estaba Rojo, eso si todos estos estrategas de salón, en su vida habían dirigido una tropa en combate (al fin y al cabo la historia demuestra que la teoría prima sobre la práctica) en fin ese es el panorama que pinta el autor. Hasta cierto punto, su planteamiento no carece de cierta lógica, el principal error lo veo en tratar de englobar a todos los militares en dos facciones, buenos y malos, peninsulares y africanistas. Personalmente creo que tanto en una facción como en la otra había buenos y malos, capaces e incapaces, morales e inmorales. Probablemente Rojo fuera una persona consecuente con sus ideas, noble y leal, no lo discuto, lo que no acepto es que todos los oficiales republicanos sean muy buenos y todos los militares nacionalistas muy malos, y en ello el autor hace hincapié constantemente.
Por otro lado, se pinta a un Franco absorbido y humillado por las dos potencias extranjeras, marioneta de Hitler y Mussolini, personalmente estoy en desacuerdo. Obvia por otro lado las ayudas recibidas por los republicanos por parte rusa, restándola la relevancia que tuvo esa ayuda. (¿Fue por tanto la influencia que llegó a ejercer Rusia en las últimas fases de la guerra un legado gratuito de una republica resignada al fracaso?) Constantemente echa en cara la no intervención de la “Europa democrática”, no olvidemos las ayudas iniciales francesas (al margen) ¿a que se debe esa? “no intervención”, ¿verdaderamente al miedo a Alemania? ¿Exclusivamente por la debilidad de los gobiernos democráticos del momento? O quizá el factor de que la Republica había dejado de ser democrática primó sobre lo demás. La expectativa de que venciera quien venciera España iba a encontrarse en manos de fascistas o comunistas, dos caras de una misma moneda. El autor obvia (¿inconscientemente?) la deriva revolucionaria de la zona republicana, la influencia anarquista, socialista y comunista, (siguiendo a Bakunin, Marx o Stanling) ¿acaso en ese momento alguna de estas tres fuerzas que dominan la España republicana son fuerzas democráticas? Evidentemente no, la República fue un amago de democracia defendida por cuatro gatos, los socialistas dando golpes de mano (octubre de 34), los anarquistas haciendo de las suyas (Casas Viejas la más relevante aunque desde 1910 es constante el terrorismo bakunista), ciertos sectores militares derechistas dando goma por otro lado (San Jurjo), los comunistas tejiendo la conspiración desde las sombras (apenas 11000 afiliados en junio del 36 les impedía capacidad de maniobra) FE-JONS luchando en las calles contra las milicias izquierdistas, los radicales de Lerroux, la CEDA, luchando a niveles políticos… unos abogando por la monarquía, otros por un régimen fascista, otros por un regimen comunista, socialista, anarquista, etc, etc, etc…
¿Quién en su sano juicio iba a mojarse por España? Los que pudieran sacar tajada, Rusia, Alemania e Italia, fascistas y comunistas.
Todo esto el autor lo pasa por alto, para él, la izquierda es buena, la izquierda es democracia, la República es un régimen democrático, los nacionalistas asesinan indiscriminadamente, la gente de derechas asesinada lo es por focos descontrolados, ¿Las checas son focos descontrolados? (más de 10.000 muertos solo en Madrid) el caudillo Modesto es un descontrolado? ¿Durruti es un descontrolado? ¿Líster, El Campesino,….? ¡Venga ya!. Los nacionales asesinaron, los republicanos asesinaron. Las cifras de “ajusticiados” durante la guerrra y la posguerra coinciden, bueno casi
Según Hugh Thomas (historiador inglés reconocido abiertamente como socialista dice en su obra la Guerra Civil Española libro VI tomo 12 pág 286-287)
“Ejecuciones y Homicidios en zona Gubernamental: 72.337” (1.936-1939)
“Ejecuciones y Homicidios en Zona Nacional: 57.808” (1936-1950)
Con esto no pretendo justificar a los nacionales, con esto lo que pretendo es que se tome conciencia de la realidad. La distorsión mediática es tal que hace vomitar, por un lado tenemos a los autores Nacionalistas entre 1.940-1980, silenciados en los tiempos actuales. (también con sus cosas) Por otro los autores de izquierda 1.940-2004, callando lo que les interesa para inflar lo que quieren, mintiendo y desprestigiando constantemente. Es lo que hay, hoy en día si uno quiere informarse objetivamente debe leer a autores de ambos palos y llegar a un consenso interno.
Al tema, que me desvio, Carlos Blasco por esta parte peca de lo mismo que todos los auotores de izquierda, la subjetividad aplastante con la que se expresa.
Por otro lado, la segunda parte del libro es muy interesante desde el punto de vista táctico y estratégico, pues comenta detalladamente los pasos dados por las fuerzas bélicas en batallas como Madrid, Brunete, Guadalajara, Belchite, Ebro (está especialmente bien descrita) En todas ellas, las victorias nacionalistas se deben “exclusivamente” a la superioridad material proporcionada por alemanes e italianos, nunca por las virtudes tácticas de los militares nacionalistas empeñados en el ataque frontal, no sé, si el autor lo dice con tanto ahínco habrá que creerle (¿o no?).
Amadis

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tan inútiles eran los africanistas que todos estuvieron inmersos en el primer desembarco de la historia, precursor del posterior de Normandía; también a ellos se debe el primer puente aéreo de la historia, total naderías comparadas con la impagable contribución a la estrategia militar de los Rojo, Miaja y demás patulea miliciana, que no solo fue de fracaso en fracaso sino que cuando se les encerraban tres falangistas y dos requetés en una casa allá se empantanaba el glorioso Ejército Popular durante meses.
E$l tal Blasco no se equivoca, no, lo que le ocurre es que miente como hacen todos sus colegas; para ellos la mentira es la mejor de las armas, es el arma favorita de los cobardes.
Afortunadamente todo o casi todo lo que hay que saber sobre la Cruzada de Liberación, tanto en el terreno político como en el militar, ya está escrito. Las monografías escritas por el Coronel Martínez Bande sobre todas y cada una de las campañas y batallas de la guerra son de una calidad fuera de duda y de una honradez y conocimientos que para sí quisieran estos tarugos; pena que no se encuentren ya con facilidad, siendo su precio un poco elevado.
Una sola capital fueron capaces de tomar los rojos en campaña y les duró lo que un caramelo a la puerta de un colegio; todo ello teniendo en cuenta su superioridad inicial en todos los terrenos.
Por cierto las fuerzas alemanas e italianas estuvieron subordinadas al "inútil" mando nacional, sobre todo después del revés italiano en Guadalajara; los soviéticos ¿bajo qué mando estuvieron? ¿ o fue al revés?
En fin que ya son ganas de perder el tiempo con semejantes juntaletras.