Unos dulces de repostería palentina nos desvelan de forma involuntaria y reveladora la dualidad subliminal que esconde José Luís Rodríguez Zapatero, retratando la personalidad más íntima de un presidente por accidente, discutido y discutible.
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Por un lado, la visión amable, para el deleite de los partidarios y el público general(necios, pijoprogres de puño alzado, actores zejateros subvencionados, sindicalistas apoltronados y panfletistas de Mediapro - La Sexta - Público).
Por otro lado, otro producto repostero desvela realmente la secreta esencia que impulsa el sectarismo maligno del malvado Rodríguez Zapatero, lo que queda oculto tras la máscara del talante cejuno y el enquistado rictus de su sonrisa tornada en mueca.
El Bígaro
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