Una activista saharaui llamada Amenatu Haidar, con una obstinada huelga de hambre, está devolviendo estos días a la primera plana de la actualidad informativa el contencioso del que fuera Sahara Español.Aunque lo parezca, la imagen adjunta no corresponde a un equipo del SAS británico en las arenas de Irak. Es la de una patrulla española de la Agrupación de Tropas Nómadas en el Sáhara, allá por los lejanos años setenta. Esta unidad, junto con los dos Tercios Saharianos de la Legión (auténtica punta de lanza del ejército español en el Sahara) y algunas unidades adicionales (Policía Territorial, etc.), constituían el baluarte visible y la garantía de la soberanía española en aquella tierras.
Nuestro reconocimiento a su esfuerzo y entrega de aquellos años, entre las provocaciones marroquíes y la errática actitud comunistizante de los polisarios, jaleada por la emergente izquierda española, y gracias a la cual hoy, como les sucede a los kurdos, pagan con su horfandad de apoyos internacionales.
Nuestro eterno reproche a los traidores y oportunistas de cierta camarilla política del tardo-franquismo, que bajo cuerda, por intereses mezquinos, auspiciaron los acuerdos de Madrid y la claudicación de España ante Marruecos, entregando el territorio a dicho sultanato y a Mauritania. Empezando por el monarca que en su día fue al Sahara Español a arengar e infundir ánmos a nuestras tropas, y que años después elogiaba al recién fallecido sultán Hassán II de Marruecos, declarando que había sido como un hermano para él.
El Bígaro
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