23 de diciembre de 2007

El curioso caso del Manual Progre de Coeducación

La casualidad ha hecho caer en nuestras manos un ejemplar de un curioso manual divulgativo que circula por las salas de espera de los centros de salud de Cantabria. Se titula Guía para la buena coeducación de niñas y niños.

El librillo en cuestión tiene por fecha de edición febrero del 2007, con un formato de 20x20 cm. y 35 páginas. Como autora figura Mª Elena Simón Rodríguez y está patrocinado y editado por la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria – Dirección General de la Mujer. El dorso de la publicación se halla también adornado con los logotipos de algunas campañas institucionales a favor de la igualdad de género y de oportunidades. Cuenta además con un prólogo a cargo de la vicepresidenta regional Dña. Dolores Gorostiaga Saiz.

El contenido del mismo resulta una auténtica antología de todos los tópicos y consignas del feminismo radical y recalcitrante, en relación con los diversos aspectos y papeles sociales que deben desempeñan ambos sexos. Un verdadero compendio delirante y cuajado de todos los clichés y estereotipos progres, que destila una acusada influencia de la llamada ideología de género de la que son paladines destacados algunos dirigentes socialistas actuales, en un texto totalmente impregnado de las expresiones y leguaje propios de su discurso.

El pequeño pero ambicioso manual aborda una multitud de aspectos, aconsejando a los padres (y madres, se entiende) la que sería una correcta orientación educativa unisex de sus vástagos: la vestimenta, los adornos, la decoración de los cuartos, los entretenimientos, los juegos, canciones, juguetes y actividades, los modelos y comentarios que se les dirigen, el lenguaje igualitarista que debe ser empleado, la distribución y asignación de las tareas domésticas.

Para este escueto comentario, resultaría demasiado extenso el desarrollar un análisis minucioso sobre la carga ideológica que se introduce en el citado librillo. Sin embargo, a modo de pinceladas sobre lo expuesto, se reproducen algunos extractos recogidos de entre los consejos y sugerencias coeducativas que se citan.


- Evitar tener cosas, ropas u objetos demasiado estereotipados.

- No permitir que nadie a nuestro lado haga comentarios sexistas sobre la ropa, los adornos o las habitaciones de nuestras hijas e hijos. [sic]

- Intentar que los niños varones disfruten con los disfraces y maquillajes y de los colores suaves.

- […] Hemos de pensar qué ven, con qué juegan, de qué hablan, cómo se publicitan los diversos objetos de entretenimiento, dónde se ven o no se ven, ellas y ellos.

- Las canciones y juegos infantiles suelen ser sexistas.

- Favorecer en las fiestas y celebraciones que haya niñas y niños en un número parecido y que jueguen a lo mismo. Que nuestros regalos sean unisex. […] Intentar evitar que en los festejos escolares las niñas exhiban sus encantos corporales y los niños sus habilidades instrumentales o físicas.

- Intervenir en los juegos infantiles y desviar la atención y los objetivos cuando observemos que están adoptando roles de género clásicos.

- Variar cuentos, canciones o historietas mientras las cantamos o leemos […]

- […] heredamos un lenguaje o una forma de nombrar al mundo – si lo preferimos llamar así – que es sexista […]


El espíritu del texto es evidente, desvelando un afán de control e inculcación que afecta incluso a la gramática. Nos queda el consuelo del seguramente escaso seguimiento de que serán objeto sus directrices y la menguada atención de que disfruta. Quizá si sirva más para justificar o cuadrar alguna partida económica del presupuesto regional destinada a gastos en material gráfico. Y también podría ser un caso sintomático del mismo ánimo de adoctrinamiento que inspira la denominada asignatura Educación para la Ciudadanía.


Pinchad en las fotos para verlas en grande.

Nuestros agradecimientos a El Bígaro haber hecho el artículo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

puffff... a qué nivel de patetismo se puede llegar con la progresería cutre de este país. vamos.. que si no te salen los crios maricones, no será por no intentarlo... y lo peor de todo, con nuestro dinero.