3 de enero de 2008

Valores, actitudes y grúas de piedra.

Todo monumento u objeto emblemático adquiere dependiendo de su motivo, estética o ubicación una serie rasgos, valores o personalidad otorgados de manera más o menos consciente por la sociedad en la cual se erige.

FOTO: Santander. Paseo Marítimo. La Grúa de Piedra:

Costumbrista, de añoranza senil, caduca, estática, sorda, mirada muerta vuelta al pasado, fría... con un toque de complacencia improductiva… muy acorde con el gusto de los residentes del área inmediata (Paseo Pereda). Desde Radix declaramos la muerte de la antigua Grúa de Piedra. Muera el cáncer de la nostalgia improductiva.

Tenemos el pasado siempre en mente, pero el presente y el futuro son por lo que estamos aquí. Vivan pues las grúas de hierro y acero, el bullicio de puerto, el movimiento de carbón listo para arder, el dinamismo, el sudor, la acción, el presente... el futuro.

Vivan esas grúas aunque sean el patito feo, ignoradas y casi rechazadas, pero…

¿Desde cuando nos ha importado eso? Si no, no estaríamos aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Olvida de donde vienes y yo te diré a dónde vas a llegar...

Anónimo dijo...

Por supuesto, pero creo que no has cogido el espíritu del artículo.

Anónimo dijo...

"Tenemos el pasado siempre en mente, pero el presente y el futuro son por lo que estamos aquí"

Este artículo no habla de olvidar el pasado, habla de no caducarse en el mismo como muchos viejunos de nuestro ambiente... y en Santander sobran ejemplos.