21 de abril de 2009

De paso por Trucios (Vizcaya)

En la zona más oriental de Cantabria, si ascendemos por el valle de Guriezo camino del Valle de Villaverde, para llegar a este enclave ubicado en la comarca de Las Encartaciones, adscrito a Cantabria y totalmente rodeado de territorio vizcaíno, se precisa atravesar brevemente el territorio del municipio encartado de Trucíos.

Rebasado el límite provincial y antes de alcanzar la jurisdicción administrativa del enclave, la carretera discurre por un bello paisaje boscoso de media montaña, dejando a sus lados pequeños núcleos de población y atravesando en su recorrido por el centro de la localidad de Trucíos, cabecera del municipio citado.

Al detenernos unos instantes en este pueblo, en el mismo, como en otros lugares de Las Encartaciones y en la mayoría de los municipios rurales vascos, se percibe inmediatamente la influencia distorsionadora que la imposición separatista ejerce sobre el paisaje humano cotidiano y la realidad del territorio, en este caso a través de la prolongada administración vigente del PNV.

Junto al edificio consistorial, emplazado a un lado de la carretera, se encuentra un pequeño espacio donde se levanta una placa conmemorativa, auspiciada por el PNV gobernante, en la cual se reproduce el llamado Manifiesto de Trucíos, de 1937, especie de declaración atribuida al entonces presidente del PNV José Antonio Aguirre y redactada al abandonar derrotados las últimas posiciones en Vizcaya, replegándose hacia Cantabria. La placa se presenta en una foto que se incluye más adelante. Su lectura resulta muy curiosa y suscita cierta hilaridad para quien conozca las circunstancias y los hechos acaecidos entonces y ahora. El resto de las imágenes que se acompañan con esta introducción representan unos ejemplos gráficos que ilustran lo comentado anteriormente.

Vista de la entrada a la localidad de Trucíos.

Placa exhibiendo el texto del llamado Manifiesto de Trucíos. Según reza en su primer párrafo, se encuentra en “el límite de Euzkadi” según el peneuvista Aguirre. Seguramente sería un buen argumento a esgrimir frente al expansionismo de algunos.

La toponimia delata que esta zona no corresponde realmente al área natural de influencia del vascuence (en este caso, se designa al barrio o lugar de Aguanaz, de nombre idéntico al río afluente del Miera que pasa por el municipio cántabro de Entrambasaguas. De etimología castellana, con grafía similar se repite en otros lugares de Cantabria).

Paradójica imagen del trapo del PNV, que ondea junto a la pequeña y coqueta plaza de toros de la localidad, emplazada también al paso de la carretera.

Ejemplo de cartelería que muestra el asfixiante panorama diario que genera el separatismo que aqueja y cohíbe la vida cotidiana en Vascongadas.


El Bígaro

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