1 de julio de 2008

46 Millones

Hace escasas fechas, de forma casi desapercibida entre la habitual vorágine mediática con la que discurre la dinámica de la actualidad informativa, se deslizaba una noticia en la que se anunciaba que España había alcanzado oficialmente una población residente de 46 millones de habitantes, según los datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística.

Esta cifra en concreto y el aumento de población que supone en la evolución poblacional asociado a ella no dejaría de ser anecdótico, si no fuese por el alarmante dato que desvela el desglose estadístico de la misma: según la misma fuente oficial, de esos 46 millones, más de cinco millones y medio corresponden a individuos extranjeros. Esto supone una tasa de población extranjera que ronda el 13 %, lo cual es más alarmante, si cabe, si se tiene en cuenta la obscura fracción adicional e indeterminada que suponen los inmigrantes “ilegales” no contabilizados, invisibles y al margen de las estadísticas oficiales, pero muy presentes en las calles españolas y en nuestra vida cotidiana.

El análisis pormenorizado de los datos revela que de la masa extranjera residente en España, aproximadamente la mitad corresponde a ciudadanos de la Unión Europea.

Esta circunstancia no deja de ser una etiqueta un tanto engañosa, tras la que esconde la consecuencia de la integración de los países del Este en la UE, ya que bajo la misma permite disimular la realidad que revela a la fracción rumana, de forma destacada, como la más importante dentro de este grupo, por otra parte engrosado también con amplias fracciones de británicos y alemanes, especialmente residentes en las consabidas zonas del sur y levante español.

Entre los “no comunitarios”, que constituyen fundamentalmente la abigarrada realidad de la inmigración masiva, destacan proporcionalmente las fracciones correspondientes a los individuos de origen marroquí, ecuatoriano y colombiano.

Evidentemente hace mucho que la proporción inmigrante sobrepasó la tasa razonable de asimilación y la capacidad de absorción de la sociedad española. Y cada uno que saque por sí mismo las conclusiones que estime oportunas.

El Bígaro

1 comentario:

Anónimo dijo...

STOP ALL IMMIGRATION!