El patrimonio musical definido como "alternativo" hace referencia a un tipo de canciones y piezas musicales escritas e interpretadas no con el fin de realizar productos "de mercado", ni con una finalidad lúdica o comercial, sino encaminadas a expresar, interpretar y compartir la evolución ideológica, la polémica política, los valores sociales y morales, la investigación histórica y, obviamente, también las emociones, los sentimientos y los sueños de los jóvenes pertenecientes a un área política mantenida durante más de cincuenta años en situación de aislamiento.
Este movimiento musical tiene connotaciones culturales e históricas muy particulares que lo convierten en único y exclusivo. Ante todo, en tanto que sumido en el ostracismo, no se ha encerrado nunca en sí mismo y, pese a constituir la expresión de una cultura "no conforme", de una juventud antagonista, de un modo de hacer política "alternativo" a los habituales instrumentos de la propaganda, precisamente por su tenaz búsqueda poética y por la constante adecuación a los nuevos lenguajes musicales, ha ido configurándose como un importante instrumento de mediación cultural y político, un "puente" ideal entre una élite de rebeldes al conformismo y el circunstante mundo juvenil sujeto a la homologación de las modas.
Otro factor sorprendente de este fenómeno cultural es su duración temporal. La "música alternativa", tal y como nosotros la conocemos, en efecto, se desarrolla de manera constante e ininterrumpida, a través de más de 30 años (desde el final de los años 60 hasta hoy). No estamos por lo tanto frente a un evento musical ligado a la emotividad de una fase histórica particular, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los cantos de guerra o de las canciones de protesta social, sino ante una forma de expresión, de comunicación, de divulgación y - también - de propaganda consolidada en el tiempo y ya integrada como tal en el bagaje ideológico y cultural de todos los pertenecientes al área política de referencia.
Hay además otro aspecto absolutamente único de estas canciones: la substancial homogeneidad del mensaje por ellas difundido. Aun en las diferentes fases históricas y políticas del País, en la compleja dinámica de los grupos y de los solistas y pese a las siempre nuevas y diversas formas musicales adoptadas, las canciones "alternativas" - desde hace más de 30 años - utilizan temáticas comunes. En ellas se cuentan las aventuras, las batallas, los sufrimientos pero también las aspiraciones, los sueños y los valores de más de dos generaciones de militantes; mientras es siempre constante el reclamo al redescubrimiento de los valores tradicionales y de temas históricos totalmente olvidados por la cultura "oficial". Así pues, la "música alternativa" puede también ser definida como un extraordinario ejemplo (único en la Italia del transformismo también canoro) de fidelidad y de continuidad ideal.
En fin, el aspecto verdaderamente sobresaliente, que califica como tal la "música alternativa", distinguiéndola del panorama de todos y cualesquiera otros géneros musicales - popular, político, étnico, folk o tradicional - es su divulgación fuera de los canales comerciales. Ninguno de los más de 300 productos oficiales realizados por los más de 100 entre grupos y solistas italianos hasta aquí censados, ha sido vendido en los circuitos comerciales de los negocios musicales; ni ninguna de las más de 750 canciones del repertorio "alternativo" ha sido publicitada a través de la radio o de las televisiones. De la "música alternativa" se ha ocupado casi exclusivamente la prensa del área, con alguna importante excepción de artículos, de corte más sobre todo político, también en medios de amplia difusión.
Este gran patrimonio musical, político y social ha sido en consecuencia difundido y conocido (desde hace ya más de dos generaciones) sólo a través del instrumento típico de las culturas clandestinas: el "boca a boca". En pleno siglo de comunicación global nos encontramos por lo tanto frente a un enorme, por cuanto desconocido, fenómeno de expresión artística antagonista, "alternativa" justamente, que rompe con los esquemas de la comunicación de masas.
Por entidad de producción, duración temporal, cantidad de material producido y difundido, número de personas comprometidas y/o interesadas, ningún otro fenómeno cultural "carbonaro" (carbonario), "clandestino" o "underground" ha tenido jamás las dimensiones que se pueden atribuir a la "música alternativa", que puede así ser definida como: EL MÁS COMPLEJO, DURADERO Y MACROSCÓPICO EJEMPLO DE CULTURA SUMERGIDA QUE ITALIA HAYA JAMÁS DESCUBIERTO EN EL CURSO DE SU HISTORIA.
Por la asociación cultural Lorien
Este movimiento musical tiene connotaciones culturales e históricas muy particulares que lo convierten en único y exclusivo. Ante todo, en tanto que sumido en el ostracismo, no se ha encerrado nunca en sí mismo y, pese a constituir la expresión de una cultura "no conforme", de una juventud antagonista, de un modo de hacer política "alternativo" a los habituales instrumentos de la propaganda, precisamente por su tenaz búsqueda poética y por la constante adecuación a los nuevos lenguajes musicales, ha ido configurándose como un importante instrumento de mediación cultural y político, un "puente" ideal entre una élite de rebeldes al conformismo y el circunstante mundo juvenil sujeto a la homologación de las modas.
Otro factor sorprendente de este fenómeno cultural es su duración temporal. La "música alternativa", tal y como nosotros la conocemos, en efecto, se desarrolla de manera constante e ininterrumpida, a través de más de 30 años (desde el final de los años 60 hasta hoy). No estamos por lo tanto frente a un evento musical ligado a la emotividad de una fase histórica particular, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los cantos de guerra o de las canciones de protesta social, sino ante una forma de expresión, de comunicación, de divulgación y - también - de propaganda consolidada en el tiempo y ya integrada como tal en el bagaje ideológico y cultural de todos los pertenecientes al área política de referencia.
Hay además otro aspecto absolutamente único de estas canciones: la substancial homogeneidad del mensaje por ellas difundido. Aun en las diferentes fases históricas y políticas del País, en la compleja dinámica de los grupos y de los solistas y pese a las siempre nuevas y diversas formas musicales adoptadas, las canciones "alternativas" - desde hace más de 30 años - utilizan temáticas comunes. En ellas se cuentan las aventuras, las batallas, los sufrimientos pero también las aspiraciones, los sueños y los valores de más de dos generaciones de militantes; mientras es siempre constante el reclamo al redescubrimiento de los valores tradicionales y de temas históricos totalmente olvidados por la cultura "oficial". Así pues, la "música alternativa" puede también ser definida como un extraordinario ejemplo (único en la Italia del transformismo también canoro) de fidelidad y de continuidad ideal.
En fin, el aspecto verdaderamente sobresaliente, que califica como tal la "música alternativa", distinguiéndola del panorama de todos y cualesquiera otros géneros musicales - popular, político, étnico, folk o tradicional - es su divulgación fuera de los canales comerciales. Ninguno de los más de 300 productos oficiales realizados por los más de 100 entre grupos y solistas italianos hasta aquí censados, ha sido vendido en los circuitos comerciales de los negocios musicales; ni ninguna de las más de 750 canciones del repertorio "alternativo" ha sido publicitada a través de la radio o de las televisiones. De la "música alternativa" se ha ocupado casi exclusivamente la prensa del área, con alguna importante excepción de artículos, de corte más sobre todo político, también en medios de amplia difusión.
Este gran patrimonio musical, político y social ha sido en consecuencia difundido y conocido (desde hace ya más de dos generaciones) sólo a través del instrumento típico de las culturas clandestinas: el "boca a boca". En pleno siglo de comunicación global nos encontramos por lo tanto frente a un enorme, por cuanto desconocido, fenómeno de expresión artística antagonista, "alternativa" justamente, que rompe con los esquemas de la comunicación de masas.
Por entidad de producción, duración temporal, cantidad de material producido y difundido, número de personas comprometidas y/o interesadas, ningún otro fenómeno cultural "carbonaro" (carbonario), "clandestino" o "underground" ha tenido jamás las dimensiones que se pueden atribuir a la "música alternativa", que puede así ser definida como: EL MÁS COMPLEJO, DURADERO Y MACROSCÓPICO EJEMPLO DE CULTURA SUMERGIDA QUE ITALIA HAYA JAMÁS DESCUBIERTO EN EL CURSO DE SU HISTORIA.
Por la asociación cultural Lorien
No hay comentarios:
Publicar un comentario